miércoles, 18 de enero de 2012

Los procesos de socialización: tipos, fases y agencias.

El saber qué hay de innato y qué hay de cultural en el comportamiento del ser humano es algo que ha preocupado a disciplinas como la sociología, la psicología social, la antropología, etc., desde sus inicios. Cada una de ellas han buscado teorías para explicar el comportamiento humano y, muchas de éstas han ido perdiendo validez por las implicaciones ideológicas tan importantes que llevaban tras de sí. 


Todas las teorías se han agrupado en torno a dos grandes corrientes: innatismo y ambientalismo. 

El innatismo defiende, en líneas generales, que el comportamiento humano está determinado desde el momento en que un individuo nace. Cada individuo tiene una herencia genética que no puede eludir, y que es independiente del entorno, al que relega a un segundo plano. 

El ambientalismo, le atribuye en cambio la responsabilidad de la conducta del individuo al entorno en que éste nace y, fundamentalmente, crece. 


Por supuesto es necesario decir que dentro de ambas tendencias se han desarrollado teorías muy extremas que desvalorizan a la postura contraria, pero también teorías que aunque tiendan más al innatismo (por ejemplo) no descartan la influencia del ambiente. 

Por una parte, me resulta interesante el hecho de que haya ciencias que estén construidas en torno a una de estas dos tendencias. Me resulta interesante porque si estas tendencias han tenido fuerza como para que se desarrollen ciencias de tanta importancia como las citadas, no parece discutible el hecho de que han tenido unas repercusiones de suma importancia en la sociedad. El innatismo se ha empleado a menudo para justificar desigualdades raciales, de género, e incluso de clases. Por otra parte considero que es muy desesperanzadora y, sobre todo para un educador social, difícil de aceptar, puesto que el determinismo que lleva implícito y el “no puedo hacer nada por cambiarlo” cierra mucho el campo de posibilidades de actuación de profesionales que trabajan desde el convencimiento de que el cambio de la persona es posible y que, en realidad, todo es aprendido. Es, al fin y al cabo, que encuentro esta teoría opuesta al contenido de esta asignatura y a la Educación Social en sí. 

Por otra parte, aunque el ambientalismo y los valores que en torno a él se han generado (cooperación, igualdad, solidaridad, etc.), pueden considerarse utópicos, y aunque haya que tratarlos con cuidado para no derivar en dictaduras legitimadas por “buenos valores”, para mí abre muchas puertas y anima a los que, como yo, algún día esperamos poder cambiar la vida de muchas personas desde la educación o la reeducación. 



Considero que ni la herencia genética ni el ambiente son determinantes, porque es una palabra que creo que hay que emplear con cuidado. Desde mi punto de vista los individuos desarrollan un modelo de conducta en función de muchas circunstancias que confluyen generando un comportamiento variable y cambiable, y que dichas circunstancias pueden deberse tanto a características innatas como aprendidas o percibidas en el entorno durante el proceso de socialización. 


El proceso de socialización se ha definido como la incorporación de un individuo a la sociedad de la que forma parte a través de vínculos necesarios (características comunes) con el resto de individuos que la forman. Cómo se generan y mantienen estos vínculos y cómo el desarrollo de los individuos, sobre todos niños y jóvenes, está condicionado por la sociedad en la que viven, todo esto se produce en el proceso de socialización. 


El control social, uno de los modelos de sociedad, está basado en la necesidad de vivir en grupo, que hace que el individuo esté supeditado al grupo y tenga que controlar sus actos y pensamientos para adaptarse a lo que el grupo haya definido como la norma. En el mejor de los casos, destacar en el grupo puede suponerte ser llamado “raro”, el problema se produce cuando se toman medidas como la agresión física, por ejemplo. 


La construcción de la identidad es algo mucho más profundo. Conlleva pertenecer de forma voluntaria a un grupo determinado por compartir valores, símbolos, concepciones… En la adquisición de la identidad juega un papel muy importante la teoría de los roles. Los roles son los papeles definidos, aceptados e interpretados por los individuos. Dichos roles se interpretan en función de las situaciones sociales tipificadas (por ejemplo ir al médico o a la escuela). Cuando se observa que los roles no se adaptan a dichas situaciones se emplean entonces los mecanismos de control para poner solución al conflicto. La práctica de las actividades asociadas a estos roles es lo que va configurando la personalidad de los individuos, sobre todo por las implicaciones emocionales y psicológicas que conlleva. Por otra parte, hay momentos en los que se produce un cambio de rol, que supone asumir un nuevo papel. La ritualización de ese cambio se ha denominado ritual de paso, que tiene como objetivo que el individuo y la sociedad lo asuman y actúen en consecuencia. Pero lo cierto es que esto es poco frecuente, y que en las sociedades modernas se produce a menudo un conflicto entre roles que lleva a crisis internas en los individuos. Lo que quiero decir con esto es que los roles que interpretarnos llegan a definirnos por completo, por lo que nos produce un fuerte impacto encontrarnos ante dos roles que se contraponen, obligándonos a decidir según lo que creamos que es mejor o peor. El problema es que el hecho de interpretar un rol hace que una persona se haga de una forma y no de otra: “un médico no deja de ser médico cuando se quita la bata, un policía no deja de ser policía cuando se quita la gorra”. Como vemos, la importancia de los roles en el desarrollo de la sociedad y, el aprendizaje de dichos roles durante el proceso de socialización, es algo indiscutible.



TIPOS Y FASES DEL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN: 

No todos los individuos pasan por el mismo proceso de socialización, sino que dependerán del lugar a ocupar por el individuo en la sociedad. Si estos lugares fueran similares, entonces el proceso de socialización también lo sería. Cuando esto no sucede, y el proceso de socialización toma diferentes caminos y se especializa en función de una jerarquía social aparece la socialización diferencial (crianza diferenciada de niños y niñas, de niños y adolescentes, pero la que más importancia ha tenido a lo largo de la historia ha sido la diferenciación por clase social y el acceso a recursos materiales). Pero, a la vez que existen estas diferentes socializaciones, en función de la estructura social, también es necesario que exista un nexo común que haga sentirse a los individuos parte de la misma sociedad, que se generen algunas características identitarias que sean comunes (religión, patriotismo…). 


Como todo proceso, la socialización tiene partes diferenciadas: socialización primaria y socialización secundaria. 

La socialización primaria es la primera y básica por la que el individuo atraviesa durante la niñez. Por medio de ella se convierte en miembro de la sociedad. En este tipo de socialización la interacción con los adultos y generar vínculos afectivos es fundamental, así como el aprendizaje del lenguaje y el desarrollo de la confianza y la seguridad. Es entonces cuando finalizaría este proceso, cuando el individuo toma conciencia del concepto del otro. 


Sobre esta base, se construiría la socialización secundaria, que supone la incorporación de nuevas rutinas, entrar en contacto con nuevos sectores del mundo, asumir nuevos roles. A diferencia de la socialización primaria, en esta fase la carga afectiva es reemplazada por técnicas pedagógicas que facilitan el aprendizaje (como un lenguaje más especializado, por ejemplo). 


Por otra parte, cada una de estas fases tiene lugar en instituciones especializadas en esta tarea. La familia es la institución por antonomasia de la socialización primaria, mientras que la escuela lo es de la secundaria. El problema aparece cuando comienzan a difuminarse el papel de unas y otras instituciones y cuando comienzan a aparecer nuevas agencias de socialización que ponen en entredicho el papel de las que se aceptaban hasta entonces. Esto hace que el proceso de socialización sea muy complejo, sobre todo en sociedades multiculturales, y los fallos en alguna de sus fases pueden traer consigo conflictos y verdaderos problemas sociales. 


Es necesario dar a al proceso de socialización y a sus distintas etapas la importancia que les corresponde y se debe ser cuidadoso y tomar medidas preventivas para que no se desvíen las conductas. Como sabemos, una socialización primaria mal ejecutada con roles familiares poco claros, negligentes o inexistentes, dara pie a una socialización secundaria muy difícil, donde los problemas de conducta tienen que ser regulados por los mecanismos legales y jurídicos de la sociedad. Cuando estas etapas fallan, el papel del educador social se hace fundamental, para que tuviera lugar la que llamamos socialización terciaria. En esta fase tendría lugar la “resocialización”, la sustitución de los roles mal aprendidos por unos nuevos que se puedan adaptar a una vida en sociedad.




AGENCIAS DE SOCIALIZACIÓN 

Las agencias de socialización son las instituciones que tienen como función la incorporación de los individuos a la sociedad. Una de las características de las sociedades modernas es la diversificación de estas agencias y la creciente dificultad para la coordinación de todas esas instituciones. 

La familia y la escuela son los pilares de la socialización como veremos a continuación aunque existen otros agentes como son el grupo de iguales, el trabajo, el tiempo libre y los mass-media. 

En un primer momento se pasa de una familia troncal, en la que convivían tres generaciones en el mismo hogar a una familiar nuclear familia troncal. 

Después se pasa de una familia nuclear a una familia postnuclear, la cuál representa la diversificación de las formas familiares, los ciclos vitales, las formas de emancipación y los rituales vinculados a las transiciones familiares. 


Además de estos cambios en la estructura de la familia, se producen cambios en funciones. Se pasa de una unidad de producción a una unidad de consumo, la familia deja de ser un ámbito productivo y pasa a ser un ámbito fundamentalmente redistributivo. Cambio en la distribución de los papeles en función del género debido a la incorporación de la mujer al ámbito laboral. 

También se producen cambios en la relación paterno filial donde los hijos han pasado de ser una inversión a un coste y por lo tanto de un contenido altamente instrumental a expresivo. 


La combinación entre las dimensiones instrumentales y expresivas nos lleva a la reflexión sobre los llamados estilos educativos, esto es, la forma que tienen los padres de entender la educación de sus hijos y las prácticas que se derivan o que conforman estas concepciones de la relación educativa que imbrica toda relación paternofilial. 

Existen cuatro grandes tipos de estilos educativos: estatutaria, proteccionista, permisiva y negligente. Bajo mi punto de vista la combinación de algunos de los aspectos de esos modelos sería lo ideal, ya que no estoy de acuerdo con ninguno de ellos al cien por cien. 

Antes de terminar con este agente socializador me gustaría decir y destacar la idea de que no porque una familia sea monoparental significa que es peor. Hoy en día hay mucha diversificación familiar, cada una con sus características y circunstancias. Lo importante es la educación que pueden ofrecer independientemente de la estructura familiar. Destaco como factores importantes la existencia de unos límites y normas y por supuesto una estabilidad familiar en la que encuadrar a un hijo. 


La escuela es una institución básica de los individuos de la sociedad. Aquí entraría el concepto de educación de masas que ha ido construyéndose con el paso del tiempo y que ha generado un sistema educativo, con reglas, leyes, niveles, roles diferenciados y que tiene dos tipos de funciones: económica y social. La función económica fundamentalmente es la preparación para el trabajo y la función social ha ido variando en el tiempo dependiendo de la evolución del concepto de ciudadanía. 

En este punto me gustaría destacar que estoy de acuerdo con la postura del autor cuando indica en referencia con la educación de la ciudadanía, que existe el riesgo de que mucho jóvenes vean esa educación en valores como un adoctrinamiento y es ahí donde pierden el interés por el mismo, por lo que opino que es bueno que esa educación la interioricen los jóvenes pero posiblemente habría que cambiar la metodología. 


Como una tercera función de la escuela se podría destacar la contribución a la reproducción o a la movilidad social de los individuos y de los grupos sociales. Cuando se unifica el currículum y la etapa se hace obligatoria para toda la población, las desigualdades sociales se trasladan a la escuela. Por eso la expansión de la escuela se basa en dos pilares: que la función de la escuela fuera meritocrática y que la igualdad de oportunidades favoreciera la movilidad social.  

Este me parece un cambio muy importante ya que ofrece igualdad de oportunidades. Antiguamente el hijo de trabajador de fábrica sabía que no tenía oportunidad de cambiar su futuro, ya que su progenitor no tenía recursos económicos. 


Los medios de comunicación de masas han generado siempre muchas críticas acerca de la influencia en la educación y la socialización de niños y jóvenes, y sobre las interferencias en la labor educativa de padres y maestros. Uno de los pilares se basa en la crítica de los contenidos que emiten y en los valores que promueven esos contenidos. 

El aumento del tiempo libre se ha convertido en un referente en la vida cotidiana de muchos individuos. La intervención educativa en el tiempo libre ha generado un amplio cuerpo teórico, así como una extensa red de asociaciones e instituciones, se ha constituido es una agencia más de socialización. Lo importante no es el consumo que hacen los jóvenes del tiempo libre sino con quien lo hacen. 


Judith Harris afirma que el resultado de la socialización depende mucho más del grupo de iguales en el que el joven se relaciona que con las características innatas o los esfuerzos educadores de padres y profesores. En mi opinión el grupo de iguales va tomando cada vez más fuerza en los procesos de socialización, igualándose paulatinamente al de la familia y la escuela. 


Respecto al trabajo, la cuál es la última agencia socializadora que se explica en esta lectura, destacaría los que yo pienso que es el factor más importantes aunque no el único, que sería las prácticas o las escuelas taller ya que se lleva a cabo la adquisición de determinados saberes que no pueden obtenerse en otros contextos solo en los reales.

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